EL AUTISMO
El trastorno del espectro autista (ASD) es una gama
de trastornos complejos del neurodesarrollo, caracterizado por
impedimentos sociales, dificultades en la comunicación, y patrones de conducta
estereotípicos, restringidos y repetitivos. El trastorno autista, a veces
llamado autismo o ASD clásico, es la forma más grave de ASD, mientras que otras
afecciones a lo largo del espectro incluyen una forma más leve conocida como
síndrome de Asperger, una afección rara llamada síndrome de Rett, el trastorno
de desintegración infantil y el trastorno generalizado del desarrollo no
especificado (generalmente conocido como PDD-NOS). Los expertos calculan que tres de
cada seis niños de cada 1,000 sufrirán de ASD. Los varones tienen cuatro
veces más probabilidades de tener ASD que las mujeres.
-La característica distintiva del ASD es la
interacción social deficiente. Ya desde la primera infancia, un bebé con ASD
podría mostrarse indiferente a las personas o enfocarse intensamente en un
objeto hasta excluir a los otros durante largos períodos de tiempo.
Podría parecer que un niño con ASD se desarrolla normalmente y luego se retrae
y se vuelve indiferente a la actividad social.
-Podrían no responder a sus nombres y a menudo
evitar el contacto visual con otras personas.
- Tienen dificultad para interpretar lo que los
demás están pensando o sintiendo porque no pueden entender las pautas sociales,
como el tono de voz o las expresiones faciales, y no observan las caras de las
otras personas para ver las pautas de conducta adecuada.
-Carecen de empatía.
- se involucran en movimientos repetitivos como
mecerse y dar vueltas, o en conductas autoabusivas como morderse o golpearse la
cabeza.
-tienden a hablar después que los otros niños y
pueden referirse a sí mismos por el nombre en lugar de “Yo” o “mí.”
-no saben jugar interactuando con los otros niños.
-Alrededor del 20 al 30 por ciento de los niños con
ASD desarrollan epilepsia cuando llegan a la edad adulta. Mientras que
las personas con esquizofrenia pueden mostrar alguna conducta parecida al
autismo.
Los científicos no están seguros sobre qué causa el
ASD, pero es probable que tanto la genética como el ambiente jueguen un papel.
Los investigadores han identificado un número de genes asociados con el
trastorno. Los estudios de las personas con ASD han encontrado
irregularidades en varias regiones del cerebro. Otros estudios sugieren
que las personas con ASD tienen niveles anormales de serotonina u otros
neurotransmisores en el cerebro. Entonces el ASD podría producirse de la
interrupción del desarrollo cerebral normal precozmente en el desarrollo fetal
causada por defectos en los genes que controlan el crecimiento cerebral y que
regulan cómo las células cerebrales se comunican entre sí, posiblemente debido
a la influencia de factores ambientales sobre la función genética.
No hay cura para el ASD. Las terapias e
intervenciones conductuales están diseñadas para remediar los síntomas
específicos y pueden aportar una mejoría sustancial.
-Intervenciones conductuales educativas:
Los terapeutas usan sesiones de capacitación intensivas y altamente
estructuradas orientadas a las habilidades para ayudar a los niños a
desarrollar habilidades sociales y del lenguaje, como el Análisis Conductual
Aplicado.
-Medicamentos: Los médicos podrían
recetar medicamentos para el tratamiento de síntomas específicos relacionados
con el ASD, tales como ansiedad, depresión, o trastorno obsesivo-compulsivo.